En medio de la pandemia y el caos que se ha generado a nivel mundial por el coronavirus, la educación ha debido lidiar con constantes cambios en este periodo.

Uno de ellos, es la modalidad de tele-educación que se ha implementado en los establecimientos educacionales. Allí, la rutina ha sido uno de los principales enemigos a combatir en contra del aburrimiento de los estudiantes.

En la escuela “El Rincón” de la comuna de Puchuncaví, parte del microcentro Amancay, el profesor Víctor Muñoz junto a la estudiante en práctica Andrea Sánchez, decidieron optar por una modalidad entretenida para repasar ciertos contenidos y evaluaciones.

Cuentos y poesía a través de material audiovisual.

Mediante videos donde se narran cuentos o poesías relativas a los temas a tratar en clases, los alumnos rompen el esquema de seguir trabajando en base a la rutina. Muñoz entregó detalles sobre cómo surgió esta nueva herramienta. “La idea nace a raíz de las necesidades de nuestro alumno. Como escuela hicimos un análisis y no estaban resultando las estrategias. Nuestra directora dijo que fuéramos creativos. En conjunto con una alumna en práctica que tenía, me podía ayudar a hacer estos videos para llegar a los niños y se incentivaran a aprender en una manera entretenida”.

De esta forma y en base a los trabajos que han hechos durante las últimas sesiones, han podido consolidar una nueva forma de trabajar, que resulta mucho más entretenida para los jóvenes estudiantes. “La rutina se la hemos roto en cierta forma. Hoy tuve videollamada con niños que envían estos videos y salió muy buena la clase. Hicimos lenguaje de señas y los niños respondieron súper bien. Ellos se reían, lo pasaron bien. Pero me sigue preocupando los que no se conectan”.

Sin embargo, confiesa que ante el crítico escenario nacional que se vive por el Covid-19, la conectividad a nivel educacional es uno de los temas más importantes. “Ha sido complicado. A nivel país, a muchos profesores les pasa lo mismo. Hay veces que se cae internet, se conecta mucha gente y se cae la plataforma. Todo eso pasa la cuenta un poquito. Yo tengo 22 alumnos, pero generalmente se conectan 12. ¿Qué pasará con los otros diez? La retroalimentación ha sido muy difícil”.

Con ideas propias, motivación por parte de los docentes y el entusiasmo de los alumnos, se han podido lograr este tipo de proyectos que demuestran que las ganas de aprender siempre estarán vigentes.

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