Hector Martínez, docente de la Escuela G- 105 del sector de San Antonio, Copiapó, trabaja de una forma totalmente distinta a la de los otros profesores. Su labor docente la realiza visitando a los estudiantes a sus domicilios desde que comenzó la pandemia, esto con el objetivo de entregar el mejor aprendizaje para sus alumnos.
El docente realiza sus clases en base a guías y textos que son entregados desde el Ministerio de Educación, principalmente los Módulos Multigrados. «Esta forma la aplicó a todos mis estudiantes, con la invaluable ayuda de, principalmente, la mamá de cada uno de ello»
La mayoría de los estudiantes de Hector viven cerca de la escuela, es por esto que la iniciativa de ir hasta sus hogares no se le hacía algo complejo.
En la práctica eran clases a domicilio con todos las precauciones que el virus implica y también con sus ventajas.
Nuevamente la labor de los apoderados es primordial, ya que fueron transformándose en verdaderos asistentes del aula, con sus fortalezas y debilidades.
«Mi rutina es viajar de mi casa a la escuela en mi auto, esto me facilita el traslado ya que queda aproximadamente a 80 km de mi residencia. Generalmente almuerzo a las 5 o 6 de la tarde ya que la escuela no cuenta con casino durante este periodo, imagínese el hambre con el que llego». Comenta Hector entre risas.
Hector Martínez lleva más de 30 años como profesor, donde la mitad de ellos ha realizado docencia en lugares muy aislados y vivido situaciones extremas.