A 30 km de Santa Juana, en la región del Biobío se encuentra la Escuela multigrado G –1211 Los Quiques y su profesora uni-docente, Iris Romero quien hace varios años comenzó a incorporar el teatro dentro de sus asignaturas como una práctica educativa, que le ha permitido enriquecer y mejorar el desarrollo personal de sus alumnos. A principios del 2020, este proyecto ganó un financiamiento para un escenario, sin embargo, producto de la pandemia sigue sin ser inaugurado.

A pesar de la distancia y el confinamiento, la profesora ha ideado nuevas formas de realizar teatro para que sus alumnos puedan seguir actuando desde sus casas. Hablamos con Iris Romero, quien nos contó porqué incorporó esta actividad en su escuela y lo que ha significado para toda la comunidad estudiantil esta práctica educativa.

“Yo llegué por amor a esos niños y a la vez porque yo decía que esos niños de campo, que estaban aislados, los veía que siempre eran muy tímidos, que no tenían continuidad de sus estudios y se estancaban, entonces yo dije voy a tener una experiencia por un par de años y no fue así, sigo todavía en el colegio”.

Hoy en día, Iris es profesora uni-docente de la escuela quien con mucho esfuerzo y pasión hace clases a diferentes niveles “son cinco niños: un niño en primero básico llamado Franco, Josué en 4º básico, Nicole de 5º básico y Aracely y Jairo en 6ºbásico», comenta.  

Iris hace años que incorporó el teatro en la escuela, comenta que siempre sintió cierta timidez en sus alumnos, “como éramos pocos, dije que iba a comenzar a trabajar el teatro, pero para el teatro se necesitaba vestuario, tener tantas cosas, pero yo decía que ahora hay otras alternativas de recursos para comprar.»

Para la profesora, este tipo de actividades traen muchos beneficios a los alumnos para su desarrollo personal y con sus compañeros, “encontré que con esto el niño desarrollaba creatividad, tenía empatía con sus pares, mejoraba su agilidad mental y yo encontré que igual mejoraba su desarrollo personal, se enriquece su léxico, su tono de voz, su postura, tanta cosa que se mejora”.

Su único público eran sus apoderados, pero Iris quería que otros pudieran ver todo el trabajo y esfuerzo que realizaban los niños, “empecé a invitar autoridades, que participaran y yo les decía a los alumnos que somos seres humanos que nos equivocamos, pero salimos adelante.”

Así, la escuela comenzó a trabajar con más detalle el teatro, “yo no soy ninguna experta, pero empezamos a trabajar en obras. El año pasado hicimos una obra para el día del papá que se llama el Plato de Madera, cada obra deja una enseñanza, se trabajan muchos los valores.”

El teatro les ha permitido realizar un trabajo colaborativo y ha logrado integrar las demás asignaturas en torno a esta actividad. “Por ejemplo, el arte, haciendo la escenografía, se utilizan las matemáticas para medir y cuadrar la escenografía también, se integra todo es muy bueno, le encanta a los niños», comenta Iris.

Durante este año, la escuela ganó un proyecto de financiamiento por parte de Movámonos por la Educación Pública para la instalación de un escenario y todos los elementos de un teatro para su escuela. A pesar de estar instalado en la escuela, todavía no pueden inaugurarlo.

“Lo hice junto a los apoderados, porque uno tiene que participar, les pregunté si estaban de acuerdo y se postuló y ahí llegó ese dinero para comprar todos los materiales (…) Con este problema que tenemos no hemos podido gozar de aquello», agrega.

Producto de la pandemia, la docente ha tenido que buscar buenas formas de mantener esta actividad que tanto disfrutan sus alumnos. “A través de una caja de zapatos hice teatro, y así estoy haciendo con los niños, primero lo empecé a hacer yo para ver que tal y se los mostré a los chiquillos.”

El apoyo de los apoderados ha sido fundamental para la profesora para que ella pueda realizar este tipo de actividades y lleguen a buen resultado, “se los mostré en una reunión de apoderados que hice antes, como tengo pocos apoderados se puede hacer. Hice la reunión se lo planteé y les pareció bien.”

En el caso de primero básico han realizado un trabajo inclusivo que le permita seguir trabajando a distancia, “con él se ha trabajado con el apoyo de la profesora de integración, tienen un trabajo de onomatopeyas, se va a ir haciendo un cuento y tiene que hacer sonidos de animales.”

Como una forma de apoyarlos en este tiempo de pandemia, la profesora también lleva trabajando las emociones con cada niño junto al área de orientación, “los niños quedaron fascinados, motivados y ya estar terminando ya sus teatros y ya van a empezar a trabajar en un pequeño taller sobre las emociones.”

Este tipo de actividades complementan todo el trabajo que se realiza a través del teatro, “nos sirve para saber cómo están, cómo se ven, estimularlos para que sigamos adelante, yo tengo conversaciones con ellos con wasap, con correo electrónico… Uno lo que tiene que hacer en este tiempo de pandemia porque yo encontraba aburrido mandarles puras guías a los niños», dice la docente.

 «A mi me encanta, me gusta que los niños hagan esas cosas, a veces dicen que los niños tienen que desarrollar habilidades, conocimientos, pero no hay que dejar de lado los valores, las actitudes. Hay que preocuparse énfasis a aquello», menciona Iris.

Con un protocolo contra la pandemia, cada 15 días, la profesora va a la escuela y realiza una retroalimentación con los niños, ya que no todos tienen acceso a las plataformas digitales.

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